Una mezcla de probióticos y un prebiótico puede reducir los casos de gripe y enfermedades respiratorias similares a la gripe en un 75% y los resfriados en un 39% en adultos
Con la llegada de frío y el invierno, los microbios reaparecen. Desde los simples resfriados, gripes, gastroenteritis,... Para pasar el invierno con las defensas en plena forma, tenemos un gran aliado de nuestro sistema inmunológico: los probióticos. ¿Dónde encontrarlos? ¿Cuándo comerlos? ¿Cuáles tomar? Si quieres saber más sobre ellos te invitamos a seguir leyendo.
El frío llega y los gérmenes se activan
Con el retorno del frío, buscamos mantenernos calientes, lo que nos lleva a concentrarnos en lugares públicos cerrados y reducidos... ¡Y los microbios se frotan las manos! Se lo ponemos fácil para comenzar a contagiarnos y causarnos los indeseados resfriados, las insufribles gastroenteritis y las devastadoras gripes... El frío no está directamente involucrado en esta contaminación. Sin embargo, puede intervenir en el debilitamiento del estado de neustra salud. El cuerpo es más frágil para combatir enfermedades cuando la temperatura baja, el sistema inmunológico es menos reactivo.
Digestión e inmunidad. Van de mano
El intestino garantiza la digestión de los alimentos y la absorción de los nutrientes. Está en contacto con el exterior a través de la fuente de alimentación. Todo nuestro aparato digestivo es, por tanto, una de las piedras angulares en la defensa de nuestro organismo, ya que debe detener los organismos patógenos que penetran.
Por tanto el intestino constituye la via principal de entrada de las bacterias responsables de las enfermedades infecciosas. Para proteger el cuerpo de las agresiones externas, su sistema inmunológico tiene que esforzarse al máximo. Y la flora intestinal es una de las armas en la lucha contra los gérmenes.
La flora intestinal, una barrera esencial
La flora intestinal es importante en nuestro cuerpo: ¡100.000 millones de microorganismos "habitan" nuestro intestino, más que las células de nuestro cuerpo! Estas "bacterias benignas" realizan muchas funciones digestivas, así como defensivas.
Esta flora impide que los patógenos que se ingieren diariamente se instalen en el tracto digestivo. Hablamos de un efecto "barrera". La flora también estimula la formación de células inmunitarias y ayuda a hacerlas más efectivas.
Opte por los probióticos
¿Por qué no ayudar a nuestra flora proporcionándole refuerzos? Ahí es donde los probióticos entran en juego! Estos microorganismos vivos son bacterias beneficiosas que tienen efectos positivos para la salud. Hay varias cepas diferentes, cada una con propiedades específicas. Los géneros más famosos son Bifidobacterium, Lactobacillus acidophilus, L. casei....
Los probióticos restauran el equilibrio de la flora intestinal. Causan una mejora en la actividad de la barrera intestinal contra organismos externos potencialmente patógenos. Una vez en el intestino, estos microorganismos ayudan a bloquear los gérmenes. También estimulan el sistema inmunológico contra las infecciones invernales. Y por último, los probióticos también aportan otro beneficio importante: mejoran la digestión.